Encuentros fundamentales.

Fundamentales porque han cambiado mi vida.

1. El llanto del bisonte.

Hubo una temporada muy larga en mi vida, en que 1 o 2 veces por semana nos econtràbamos a tener que llevar al CRAS (Centro Recupero Animali Selvatici) algùn animal herido. Fue en una de esas ocasiones que vi el bisonte. Màs alto que yo, cuando lo vi en aquel recinto de 3×3 m , se me encogiò el alma. Me habìan advertido de no acercarme mucho, porque de mal caràcter, asì que me mantuve a prudente distancia. Despuès de algunos breves minutos, quise verlo de frente y caminè algunos pasos. Lo que ocurriò luego no es posible describirlo en detalle con palabras, pero lo intentarè. El notò mi presencia y me empezò a mirar , con aquellos ojos grandes, tan grandes que yo vi la praterìa dentro de ellos,…aquellos ojos grandes, se empezaron a llenar de làgrimas, que surcaban su cara de exprexiòn claudicante…se acercò a mi…y lloraba…y de repente, no sè como , me empezò a contar su historia. Una historia de violencia, de maltratamientos, de un viaje infernal desde su lugar de origen, para terminar en un circo. Fue allì que se le quemò el alma. Aquel animal fuerte, majestuoso, sagrado, allì, frente a mi, se confiaba aùn de los humanos, confiaba en mi…pero estaba muriendo…lo habìan aceptado al Centro para salvarlo de muerte segura con un disparo, dado que no habìa tenido la dignidad de la vida, alguien le querìa regalar la dignidad de la muerte. Era la primera vez que comprendì que me estaba comunicando telepàticamente, era real y me estaba sucediendo a mi, yo, tan racional y con muchas dudas sobre el argumento. El bisonte se acercò aùn màs y me hizo entender que querìa que le acariciara la cabeza…asì lo hice… Nos miramos largamente y me marchè. Yo no sabìa darle una explicaciòn a todo esto, asì que decidì verificar si todo lo que habìa sucedido era verdad o què… Dado que el mèdico veterinario nos conocìa, no se extrañò cuando le preguntè si sabìa algo de la vida de ese bisonte. Me pasò la ficha con los datos que habìan podido recopilar y… todo coincidìa…incluso habìa detalles que (por supuesto) no estaban escritos, porque el bisonte habìa querido contàrmelos a mi. Muriò pocos dìas despuès de “muerte natural” (yo sabìa que habìa muerto de tristeza), pero para mi fue el inicio de una vida diferente.

…aquellos ojos grandes, se le empezaron a llenar de làgrimas que surcaban su cara, de expresiòn claudicante…

Esta foto es de un bisonte en un circo, la puse para que se den cuenta de su tamaño, y para que puedan imaginar cuànto sufrimiento puede acumular este grandioso animal, viviendo en condiciones “deshumanas” y sin los mìnimos requisitos elementales para su supervivencia. Hay otros aspectos que tienen que ver con la ètica, con el maltratamiento animal, con esta insana costumbre que tenemos los humanos, de divertirnos con el sufrimiento de otras criaturas…les dejo a cada uno de ustedes, la propia reflexiòn, yo creo simplemente que hasta que no consigamos cambiar nuestra relaciòn y conexiòn con todo y con todos…no tenemos ninguna posibilidad de seguir adelante. La comunicaciòn telepàtica es posible para todos, creo que es “sòlo” una cuestiòn de “sintonizarse” con la frecuencia de onda justa. Hay otro aspecto que quisiera poner en evidencia en esta reflexiòn y es el simbolismo espiritual de las criaturas animales, lo que se conoce tambièn como “animales de poder”. Un tema que era totalmente desconocido para mi y que el bisonte trajo a mi vida.

El significado de esta “visiòn espiritual” puede ser muy personal, màs allà de las lìneas generales, cada uno de nosotros, nutre su mundo interior de manera diferente, pero enriqueceer la propia vida y la de los demàs con nuevas perpectivas es siempre algo alentador y magnìfico para compartir. Les dejo el simbolismo espiritual del bisonte para que puedan reflexionar sobre el tema.


Simbolismo espiritual del bisonte : nos recuerda que no necesitamos buscar fuera de nosotros la fuente de la felicidad y sobre todo nos recuerda la fuerza interior y, la esperanza y la abundancia. Todos sabemos que los pueblos originarios americanos utilizaban todo de este animal sagrado, sin desperdiciar nada. Creo que sea un mensaje muy fuerte para nuesttros dìas, donde màs de la mitad del mundo està pasando hambre y por todo lado se desperdicia alimento, un desequilibrio del que todos estamos pagando las consecuencias, en un modo o en otro. https://deermoonastrology.com/2022/11/25/friday-11-25-2022/


Buffalo Symbolism. https://deermoonastrology.com/2022/11/25/friday-11-25-2022/



2. Respeto

Durante mucho tiempo, dado que estaba inscripta al CAI (Centro Alpinistico Italiano), y pasaba los fines de semana en montaña, tuve la ocasiòn de “encuentros” especiales. Nos organizàbamos siempre en grupos pequeños (6-8) personas, pero en los momentos de pausa , a mi me gustaba alejarme un poco para escuchar el silencio. Una de esas veces , me estaba acercando a la fuente del agua…sentìa mucha sed…cuando llegè a una distancia de màs o menos 2 metros, siento una presencia detràs de mi : era un lobo, imponente, que ràpidamente se me adelantò, era evidente que èl tambièn tenìa sed pero que, por su actitud, no tenìa ninguna intenciòn de esperar. Fijò sus ojos en mi y me advirtiò de alejarme un poco, no me querìa cerca…asì que volvì para atràs hasta que sentì que para èl estaba bien… (personalmente, dado que ya me habìa sucedido otras veces, comunicar con un animal “salvaje”, se habìa convertido para mi en un hecho “natural”, como si estuviera conversando contigo, la diferencia es que comunicas sin palabras.) Se lo tomò con mucha calma, tenìa realmente tanta sed…yo simplemente lo observaba y si lo quieres saber, me gustaba la situaciòn, no sucede todos los dìas de encontrar un lobo en tu camino…cuando terminò de beber, me mirò durante un largo rato, yo no entendìa…y tampoco entendìa porquè no se marchaba…yo pensaba sòlo en beber el agua, pero èl no me dejaba acercarme…estaba claro. Finalmente, con mucha parsimonia y despacito, se fue alejando.

Antes de entrar en el bosque se diò vuelta y me dijo : -èste es mi territorio y tengo yo la precedencia… (tuve algunos segundos de vacilaciòn…finalmente habìa entendido lo que me querìa decir)… -tienes razòn, (respondì) , perdona mi irreverencia. Su mirada, que hasta aquel momento era muy seria, pero no agresiva, se volviò màs dulce…y desapareciò en el bosque. Aprendì una de las grandes lecciones de la naturaleza : el respeto, algo que los humanos nos olvidamos casi siempre, sobre todo cuando estamos con la Madre y sus criaturas. La conmociòn que siguiò a este encuentro fue tan profunda que se me pasò hasta la sed…volvì con el grupo…como siempre, nadie habìa notado particularmente mi ausencia, asì que, no tuve que dar explicaciones. Què bien.!

..fijò sus ojos en mi y me advirtiò de alejarme un poco, no me querìa cerca…. (lobo ibèrico)

Hay muchas cosas, muchos mensajes para descifrar , en los ojos de un animal. Uno piensa siempre al perro o al gato que tienes en casa…la realidad es que todos los animales comunican, somos nosotros que no comprendemos lo que nos quieren decir, la mayor parte de las veces, y como todas las cosas “fundamentales” de esta vida, el aprendizaje suele ser largo y doloroso. Quizàs, el aspecto màs importante, es entender, que no hay diferencias entre ellos y nosotros…se trata solamente de una comunicaciòn diferente. Saben llorar, sonreir, jugar, pensar, amar, exactamente como lo hacemos nosotros…y por otro lado, hay que tener el coraje del desapego : desapego al miedo, a las falsas creencias que te condicionan la vida, a darte la posibilidad de experiencias nuevas que te enriquecen y aceptar que lo ùnico cierto es la incertidumbre, porque estamos siempre en un perenne devenir. Por eso, no hablè nunca de estas experiencias con nadie y mucho menos con mis amigos de trekking, muy poco trascendentales y no me gusta que me llamen “animalista”, soy solamente una criatura humana que ama y respeta todas las demàs criaturas, con las cuales compartimos, este hermoso planeta.

Quisiera terminar esta historia compartiendo algunos pensamientos de un libro que amo mucho : “El lugar del alma” de Gary Zukav, que habla justamente del respeto.

“El respeto se encuentra en un estado de compromiso con la Vida,

y en contacto tan profundo que penetra hasta su misma esencia.”

“Nuestra especie se ha vuelto arrogante. Nos comportamos como

si la Tierra fuera nuestra y pudièramos hacer de ella lo que quisièramos”.

Contaminamos sus tierras, sus ocèanos y su atmòsfera, para

satisfacer nuestras necesidades, sin pensar en las necesidades

de las restantes formas de vida, que se encuentran en

esta misma Tierra.”

“Contemplamos cada uno de los otros como a presas que sirven

para satisfacer nuestras necesidades emocionales y fìsicas.

Decimos que se trata de “un mundo de lobos”.

A este propòsito no se necesita mucha ciencia para comprender que los “lobos” no se comportan asì.

Nunca estamos solos

Mi “encuentro” con el àguila real, que en realidad , fue ella que me encontrò a mi.

Era otro fin de semana de los tantos que disfrutàbamos con el CAI (Centro Alpinistico Italiano), no lo dije antes pero hace ya mucho tiempo que vivo en Italia, asì que, como hacìamos siempre, controlàbamos todo antes de partir, mochila, intrumentos para acampar, mapas, silbatos, la caja de primeros auxilios, en fin, todo lo que se necesita para el trekking.

Despuès de algunas horas de camino, buscàbamos el lugar donde pararnos para la noche, y descansàbamos un poco. Para mi, descansar querìa decir, alejarme un poco del grupo e ir “a mi aire”, yo amaba mucho esos momentos de silencio y de “intimidad” con Madre Tierra. Los del grupo sabìan que para mi era una “necesidad” estos momentos de soledad llena, asì que era natural que durante una hora o dos no me vieran.

Ese dìa, no sè còmo, porque nunca antes me habìa ocurrido, me di cuenta que habìa perdido el sendero, serà mi costumbre de “mirar siempre para arriba”, (adoro perderme entre las frondas de los àrboles como un animalito), en fin, que mirè a mi alrededor y no vi màs las señales, que hay que seguir con mucha atenciòn. Todo a mi alrededor…bosque…y nada màs que bosque…bueno…y ahora què hago?…calma y sangre frìo.

Me apoyè sobre el tronco de un àrbol grandioso y empecè a respirar profundo, lo importante era calmar la sensaciòn de miedo que se te despierta instintivamente, cuando no tienes màs puntos de referencia. Cerrè los ojos y seguì respirando por algunos minutos….sòlo respirar. Cuando los abrì, notè que frente a mi, el bosque era màs “claro”, esto podìa significar sòlo una cosa : luz, o sea , sol. Empecè a caminar en esa direcciòn, con un poco de dificultad, porque no habìa sendero y casi sin darme cuenta, me encontrè en un espacio abierto, casi circular, un lugar que me pareciò màgico, como esas imàgenes que vemos de los druidas y sus lugares sagrados…me sentì bien allì…el miedo habìa desaparecido.

Y còmo siempre , me puse la pregunta : què hago yo aquì?…porquè estoy aquì ?..

Nada ocurre por casualidad, hay siempre un significado, aunque no lo podamos entender enseguida. Tenìa conmigo solamente el silbato colgado al cuello, que se usa en caso de emergencia, pero como yo no me sentìa en situaciòn de emergencia y ademàs querìa entender porquè me encontraba en esa situaciòn, que era crìtica sì, pero no ponìa en peligro mi vida, no por lo menos hasta ese momento, decidì no usarlo, me sentè y dejè ir mis pensamientos, libres como un caballo al viento, para que mi mente me pudiera dar algùn indicio, pero en conexiòn a la situaciòn que estaba viviendo en ese momento.

El indicio llegò, despuès de un tiempo (no sè cuànto)…hay momentos que el tiempo no cuenta, ni el espacio, màs bien dirìa que entras en un tiempo circular, algo que sucede dentro de ti, no fuera, asì que , no tengo la màs mìnima idea del tiempo transcurrido. El indicio se referìa al dìa anterior. Nos habìamos encontrado por la tarde, con otro grupo de amigos que tambièn pratican “trekking” y solìamos intercambiarnos experiencias.

Y el tema (vaya casualidad!-que casualidad no es!), trataba de “perderse”. Todos se habìan perdido…menos que yo y lo dije ademàs con mucha autosuficiencia y alarde, como diciendo : veis?, soy un genio!, vamos, que no es que me considero tal, pero estaba orgullosa de no haberme perdido nunca…mi exacerbado “perfeccionismo” era presente hasta cuando iba en montaña : todo bajo control! (vaya por dios!…que exageraciòn…y pensar que he vivido asì màs de la mitad de mi vida…què desperdicio!).

Bueno, en fin, cuando empecè a ver

mi vida bajo esta òptica es que me vinieron una ganas locas de reir…. y me empecè a reir con grandes carcajas, tanto, nadie me escuchaba, ah què bien!…libre por fin, incluso de mi misma!…que momento maravilloso…yo no lo sabìa todavìa, pero estaba dejando atràs todo lo que habìa sido mi vida hasta ese momento. No me acuerdo cuànto tiempo estuve rièndome, de mi, de la vida, de los problemas, de los dramas, de la situaciòn en la que me encontraba…no me lo vas a creer, pero es que yo estaba muy feliz!!!!

Bueno, ahora yo era finalmente una persona cualquiera, que se pierde en cualquier lugar de cualquier montaña, en un dìa cualquiera…. maravilloso no?

Bueno, habìa entendido porquè me encontraba allì. Ahora tenìa que resolver còmo salir de allì. Y te aseguro que no tenìa la màs mìnima idea. Què hacer?. La ùnica cosa que hice siempre en situaciones crìticas : pedirle ayuda a la Madre. Màs o menos lo que le dije susurrando fue :

” te agradezco Madre que me has ayudado a entender mi soberbia y que sòlo con humildad de corazòn se puede sobrevivir a las mil insidias que la vida nos propone cada dìa…yo estoy aquì y necesito tu ayuda…”

Y me quedè relajada, esperando su respuesta. Esta es la mejor oraciòn que he pronunciado en mi vida, y ya eran muchas palabras para mi gusto, pero la situaciòn me pedìa honestidad conmigo misma , asì que me dejè ir a lo que el corazòn me susurraba dentro. Quizàs, esperar, no es la palabra justa, es difìcil explicar ciertos “estados de ànimo”, lo màs aproximativo serìa decir, que entrè en un estado de “atenciòn-consciente-vigilante” que no se referìa tanto a los sentidos “externos” (ojos,oìdos,vista), cuanto a un estado interior,ì…la Madre no me habìa fallado nunca, porquè tendrìa què hacerlo en aquel momento.

Llegò silbando fuerte, còmo solo ella sabe hacerlo, llenando todo el espacio y todo el cielo con su presencia…el àguila real…se me dibujò una amplia sonrisa en el rostro y empecè a sentir un estado de felicidad completa. Mi espìritu volaba con ella, allà alto en el cielo. Era una sensaciòn que no habìa vivido nunca, hasta ese momento. Yo estaba sentada sobre la hierba, fìsicamente, pero mi alma estaba allà arriba y volaba…volaba…volaba… Y volò, en cìrculo, 3 veces, sobre mi cabeza, un vuelo ligero, parsimonioso, sin prisa, mostràndome toda su majestuosidad y su potencia. Y luego, en silencio, desapareciò en direcciòn N.E.

Me encaminè en esa direcciòn. El sendero (que era de servicio para las guardias del bosque y que, por lo tanto, no estaba indicada en el mapa), me llevò en poco minutos hasta el lugar donde nos habìamos acampado.

La sensaciòn que me llenaba en esos momentos era justamente èsta : nunca estamos solos.

Las semanas siguientes, empecè a sentirme extraña y crecìa en mi el desasosiego. Mi espìritu se habìa quedado “colgado” allì, en el bosque, durante mi “vuelo” con el àguila real. Algo me estaba pidiendo de cambiar radicalmente el “estilo” de vida que habìa vivido hasta ese momento.

Empecè a no soportar màs la “ciudad” , (yo todavìa vivìa en Roma), el ruido, las multitudes anònimas, pero por sobre todas las cosas, sentìa que me faltaba algo, algo vital, algo que sentì allì, cuando volè con el àguila…me faltaba el cielo, el verde, el silencio…y cada dìa que pasaba, me faltaba màs, hasta que se volviò tan esencial que tomè la decisòn de transferirme a vivir en el campo. De manera gradual, me empecè a dar cuenta, siempre siguiendo ese tiempo circular interior, que estaban cambiando las prioridades,. Lo que antes tenìa importancia, habìa pasado en segundo lugar y que yo ahora tenìa el desafìo de seguir el dictado del alma, no de mi ego o lo que me decìa mi cabeza, super-programada. La Madre, me estaba llamando, ella querìa otras cosas para mi.

Parece un cuento y quizàs lo sea. Te puedo sòlo decir que en una semana todo se cumpliò, casi sin esfuerzo, de manera natural. Una pareja de amigos que conocìa de Roma, y que ya vivìan allì desde hacìa algùn tiempo me encontraron la casa, en unos de esos pueblecitos italianos que veìamos en las postales, apenas fuera del centro habitado, y ademàs con la parada del autobùs delante de casa, que me llevaba directamente a la estaciòn de los trenes, que en 35 minutos me llevaba a Roma, donde seguì trabajando. Otro amigo de Roma, ( tuve siempre buenas amistades , fieles y amorosas , que me han ayudado en muchas ocasiones), me ayudò a preparar la mudanza , cargamos todo en su coche y en un par de horas, como en un chasquido de dedos, lleguè a mi nueva habitaciòn, donde iniciarìa y se cumplirìa la verdadera “iniciaciòn”. El antiguo nombre (en latìn) del pueblo, era ya, todo un programa, como bien se revelò de allì a poco : Aspra. (àspero). Un programa que durò 12 años.

Pero no quiero que pienses en el sentido literal de “àspero”, màs bien hay que entenderlo como : esencial, como sobriedad, sencillez, vaciamento, transformaciòn, algo asì como “ir ligero de equipaje” parafraseando Machado, en fin, todas esas cosas, a las que uno no està acostumbrado, que cuesta aprender pero que te ayudan a revelar tu verdadero “rostro original”, el rostro del alma.

Advertisement

1 Comment

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.